Pensar: Mis “púas”

La historia del pequeño erizo nos enseña sobre el poder del amor, de creer en uno mismo y en el bien de los demás. Y no importa cuán insuperable pueda parecer un obstáculo: el amor encontrará su camino. Los compañeros de clase del puercoespín no lo desprecian, no lo ignoran, tampoco lo dejan de lado. Tienen algo de miedo y reparo porque es cierto que sus púas les dañan. Pero son conscientes de que no es algo que el protagonista de este corto haga queriendo.

¿Qué hacen sus compañeros? Empatizan con él. Cada uno es diferente y en su caso necesitan encontrar una solución para que el puercoespín deje de sentirse solo y apartado por sus púas. Por eso, tienen un gesto precioso como es el de regalarle unos trocitos de espuma y abrazarlo entre todos. Un ejemplo de amistad, de aceptar al otro y de ayudarlo.

https://youtu.be/Icx7hBWeULM

Y yo pienso…

• Todos tenemos nuestras “púas”, ciertas maneras de hablar, de contestar, de actuar… que pueden hacer daño a los demás. A veces, nos pasa como al erizo: herimos sin poder evitarlo. ¿Cuáles son mis “púas”? 

• ¿Cómo trato a aquel que es diferente? Nos resignamos a “dejarlo de lado” o podemos hacer alguna cosa en estas fechas de NAVIDAD para acercarlo a nosotros?