Contemplar: Oscuridad

Hace unos días que todo el mundo habla de que la luz es muy cara. Quizás hayáis visto que en casa se pone la ropa a lavar por la noche para gastar menos. En la tele, incluso, ha salido una noticia de un país, Austria, que está avisando a la población de que puede haber un apagón general en Europa y dejarlo todo a oscuras durante unas semanas.
En una sociedad como la nuestra, utilizamos las nuevas tecnologías, internet y las redes sociales de forma constante. Por eso, nuestra dependencia de la electricidad es total para estudiar, trabajar o relacionarnos. Pero, además, la electricidad se utiliza también para encender los semáforos, iluminar las escuelas, hacer funcionar los hospitales, activar la maquinaria en las fábricas…

¿Os podéis imaginar lo que pasaría? ¿Qué harías tú en un apagón general que durara unos días?

A veces, en nuestro corazón también hay oscuridad: la oscuridad del odio, de la envidia, del orgullo, del egoísmo... Aquellos que creemos y seguimos a Jesús, debemos escuchar como Jesús nos dice: "Vosotros sois la luz del mundo". Encender la luz en nuestro corazón, la luz de la alegría y de la paz, es encender la luz en nuestro día a día, es vivir según Jesús nos dice.

Comentarios