Respirar: Ablanda, tranquiliza, permite
El ejercicio ”Ablanda, tranquiliza y permite” es una forma rápida de manejar las emociones difíciles con compasión. Las emociones son en parte cuerpo y en parte mente, de manera que se expresan siempre en alguna parte del cuerpo:
- Si estás enfadado, puede que sientas molestias en el estómago o en el cuello.
- Si estás triste, es fácil que sientas un vacío en la zona del corazón.
- Si te sientes confuso, puedes tener un dolor de cabeza.
Haz una inspiración profunda y recorre tu cuerpo para ver en dónde sientes
más molestias. ¿En la barriga? ¿En el pecho? ¿En el cuello? A continuación, ablanda esa zona de tu cuerpo. Deja que tus músculos se relajen como si aplicaras una toalla caliente a un músculo que te duele. Puedes decirte a ti mismo, “ablandar… ablandar… ablandar…” para potenciar el proceso. No trates de que se vaya la tensión, sino sólo de estar con lo que sientes de manera apacible y amable.
Ahora, tranquilízate en esa lucha que tienes. Pon la mano sobre el corazón y siente cómo respira tu cuerpo. Cálmate a ti mismo como si estuvieras calmando a un amigo. Habla dándote ánimos a ti mismo. Por ejemplo, “Esto duele, pero no durará mucho”. “ Qué esté bien y en paz.” O puedes repetir simplemente, “tranquilizar… tranquilizar… tranquilizar…”
Por ultimo, permite la presencia de la molestia. Abandona el deseo de que la sensación desaparezca. Deja que el dolor vaya y venga como quiera, como si fuera un invitado que tienes en tu casa. Puedes repetir, “permitir… permitir… permitir…”
“Ablanda, Tranquiliza y Permite.” “Ablanda, Tranquiliza y Permite.”
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