Explicar: Las dos vasijas


El hombre caminaba largos trayectos cargando las vasijas, primero llenas y vacías a la vuelta. Una de ellas era muy antigua y tenía varias grietas por las que se escapaba el agua. En cambio la otra estaba en perfecto estado y guardaba bien el agua, que llegaba intacta e incluso muy fresca a su destino.
La vasija que no tenía grietas se sentía maravillosamente. Había sido fabricada para realizar la función de transportar agua y cumplía su cometido sin problemas.
– ¡El aguador tiene que estar muy orgulloso de mí! – presumía ante su compañera.
En cambio, la vasija agrietada se sentía fatal. Se veía a sí misma defectuosa y torpe porque iba derramando lo que había en su interior. Un día, cuando tocaba regresar a casa, le dijo al hombre unas sinceras palabras.
– Lo siento muchísimo… Es vergonzoso para mí no poder cumplir mi obligación como es debido. Con cada movimiento se escapa el líquido que llevo dentro porque soy imperfecta. Cuando llegamos al mercado, la mitad de mi agua ha desaparecido por el camino.
El aguador, que era bueno y sensible, miró con cariño a la apenada  vasija y le habló serenamente.
– ¿Te has fijado en las flores que hay por la senda que recorremos cada día?
– No, señor… Lo cierto es que no.
– Pues ahora las verás ¡Son increíblemente hermosas!
Emprendieron la vuelta al hogar y la vasija, bajando la mirada, vio cómo  los pétalos de cientos de flores de todos los colores se abrían a su paso.
– ¡Ahí las tienes! Son una preciosidad ¿verdad? Quiero que sepas que esas hermosas flores están ahí gracias a ti.
– ¿A mí, señor?…
La vasija le miró con incredulidad. No entendía nada y sólo sentía pena por su dueño y por ella misma.
– Sí… ¡Fíjate bien! Las flores sólo están a tu lado del camino. Siempre he sabido que no eras perfecta y que el agua se escurría por tus grietas, así que planté semillas por debajo de donde tú pasabas cada día para que las fueras regando durante el trayecto. Aunque no te hayas dado cuenta, todo este tiempo has hecho un trabajo maravilloso y has conseguido crear mucha belleza a tu alrededor.
La vasija se sintió muy bien contemplando lo florido y lleno de color que estaba todo bajo sus pies ¡Y lo había conseguido ella solita!
Comprendió lo que el aguador quería transmitirle: todos en esta vida tenemos capacidades para hacer cosas maravillosas aunque no seamos perfectos. En realidad, nadie lo es. Hay que pensar que, incluso de nuestros defectos, podemos sacar cosas buenas para nosotros mismos y para el bien de los demás.

Comentarios

  1. Creer en nosotros mismos, no pensar que él es mejor que yo, porque al final te puedes sorprender. Lara
    Nadie es perfecto. Martín
    Cuando alguien llora ayudarle y animarle. Mía
    Si en clase sacas buenas notas no te tienes que creer que eres el mejor. Rafa
    Cada uno hacemos cosas diferentes, aportamos cosas nuevas. Leo.
    Porque uno lo haga todo bien y presuma, no te tienes qye desanimar, siempre lo puedes conseguir. Álvaro
    Si alguien presume todo el tiempo, nosotros no tenemos que chulear tanto. Gisela
    Si una persona es diferente no debemos reírnos de ella. Sonia
    Cuando haces algo que te sale mal, no tienes que ponerte triste, debes intentarlo de nuevo. Juan
    Debes sentirte feliz aunque no siempre te salgan las cosas bien. Romina

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