Respirar: Meditación de Adviento



Hoy ya estamos más cerca de la Navidad. Al empezar este rato de meditación, puede ayudar cerrar los ojos y conectar con lo más profundo de nosotros a través del silencio. Ponte cómodo en la silla, en una postura atenta. Haz una respiración... y hoy nota el apoyo del suelo. Suelta los hombros hacia el suelo, relaja la mandíbula y también los ojos y las cejas. Haz de nuevo una respiración... cierra los ojos. Imagínate un cielo oscuro, lleno de estrellas, de distintos tamaños...
Ahora te fijas en una estrella que brilla más que las demás. Es muy bonita. Está llena de una luz blanca preciosa, brillante y resplandeciente. Parece que se hace mayor mientras la observas, como si quisiera cubrirte totalmente con su luz. Te llenas de luz blanca; siente la luz bajando por los brazos, hasta las manos y los dedos. Te baja también por todo el cuerpo, piernas y pies hasta los dedos de los pies. Mira ahora en tu corazón y llenalo de la luz del amor. Ahora formas parte de la estrella, ¿cómo te sientes?

Ya es hora de volver. Poco a poco te alejas de la estrella, te despidas de ella y también de todas los demás. Sigue respirando poco a poco mientras vuelves al momento presente.

Señor Jesús, Tú eres la luz del mundo, mi «camino, verdad y vida». Ayúdame en este tiempo de Adviento, a caminar hacia la novedad de la luz.

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