Transformar: Kangaroo cup


Hoy os vamos a explicar la idea de una niña estadounidense que cuando tenía solo 11 años inventó una taza cuyo contenido no se derrama cuando la persona la coge para beber líquido. La idea surgió porque vio que cuando su abuelo sufría los temblores propios de la enfermedad de Parkinson las tazas convencionales no eran adecuadas para él, puesto que el líquido se vertía por la falta de estabilidad.
Esto le llevó a inventar la que ya han llamado Kangaroo Cup y el resultado es tan sencillo como efectivo. Se trata de una taza con triple pie. Esto le otorga mayor estabilidad porque tiene más puntos de apoyo, por lo tanto evita que se derrame nada.
Pero ahí no queda la cosa, puesto que, con la ayuda de su padre consiguió promover una campaña de publicidad, que ayudó a extender su modelo por todo el mundo e incluso atrajo el interés de empresas de China para fabricarlas en serie.
Desde el comienzo, la idea de Lily -que así se llama la niña- tuvo muy buena acogida. El primer prototipo estaba hecho de cerámica, por lo que era excesivamente frágil y podía romperse con un solo golpe, pero el segundo modelo se fabricó en plástico, material menos pesado y mucho más resistente.

Este es un ejemplo de como poniendo a trabajar nuestra creatividad, los niños y niñas podemos transformar nuestro entorno e incluso llegar muy lejos. 

"Queridos jóvenes, los necesitamos, necesitamos su creatividad, sus sueños y su valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que ustedes saben llevar a cada situación..." Papa Francisco

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