Aprender: La luciérnaga y la serpiente

 


Las personas que no soportan "ver brillar" a los demás, nunca podrán ser felices, ya que nunca estarán satisfechas con lo que tienen. Por mucho que tu luz moleste a los “depredadores”, no dejes nunca de “brillar”, sigue siendo tú mismo y dando lo mejor a los demás. No hace falta envidiar a lo que brilla... simplemente hay que intentar ser la mejor versión de uno mismo.. 

Jesús, ayúdanos a reconocer tu luz en nuestro interior.

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