Respirar: Meditación de la sonrisa interior


Conservar siempre el buen humor mantiene nuestro espíritu en paz, da vida, hace más bonito nuestro rostro y nos hace pensar en hacer buenas obras y da la sensación de que no hace tanto calor.
Tratemos de sonreír a todos: a los rostros tristes, a los tímidos, a los enfermos, a los conocidos, a los familiares ya los amigos y aquellos que no pueden más con el calor.
Señor: renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro sonrisas de júbilo. Que mis ojos sonrían a diario a todos y transmitan el calor de tu amor.

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