Explicar: Tú también puedes


Laia era una chica con muchas ganas de descubrir el mundo que le rodeaba, pero sus amigos y hermanos siempre la ridiculizaban. Le decían que era débil y tonta y que no era capaz de hacer nada por su cuenta.
Para demostrarles que estaban equivocados, un día Laia decidió subir hasta la cima de la montaña más alta que había cerca del pueblo. Era una montaña muy difícil de subir, de hecho nadie había llegado hasta la cima.
Pero Laia estaba decidida a conseguirlo, así que se puso las botas de caminar y empezó su aventura. Caminó durante muchas horas, escalando colinas y superando obstáculos de todo tipo hasta que llegó a la parte más difícil de la montaña. Allí, tuvo que pasar por una estrecha cornisa, colgada a muchos metros del abismo, parecía un sitio muy peligroso.
Laia tuvo que utilizar muchas habilidades para poder atravesar aquella cornisa y llegar hasta la cima. Necesitó fuerza, equilibrio e inteligencia para superar ese reto, y lo logró sola, sin ayuda de nadie.
Cuando llegó a la cima, se sintió tan feliz y orgullosa de sí misma que gritó muy fuerte en dirección al pueblo. De esta forma compartió su alegría. Al bajar de la montaña vio cómo todos los que la ridiculizaban antes, se quedaban boquiabiertos al verla triunfar.
Después de ese día, Laia se convirtió en un ejemplo para todas las personas del pueblo. Demostró que no hay nada que no pueda alcanzarse si tenemos fuerza de voluntad y constancia.

¿Te has encontrado alguna vez en una situación similar? ¿Cómo te has enfrentado a ella?

Comentarios