Transformar: Francisco


Hoy, Día de San Francisco, conoceremos con esta historia cómo Francisco fue capaz de transformar su entorno.

Francisco era un niño italiano de la ciudad de Asís. Desde muy pequeño le gustaba quedarse observando la naturaleza y los animales. A la salida del colegio, solía pasear por el bosque y sentarse para escuchar el canto de los pájaros.  Daba gracias a Dios por permitirle disfrutar de las maravillas que había creado. De poder admirar las perfectas creaciones que hacen algunos animales como la tela de su amiga la araña, o deleitarse con el canto de los pájaros como el del pequeño gorrión o contemplar la belleza de las flores y plantas.

Creció rodeado de animales a los cuales les llamaba "hermanos". No era de extrañar que los pájaros se le posarán en los hombros mientras paseaba por el campo. Un día, se enteró de que había un lobo que tenía atemorizado a un pueblo porque les atacaba y se comía sus ovejas. Decidió que debía de hablar con el lobo.

- Hermano lobo - le dijo Francisco, - desde hoy no debes de volver a atacar a la gente del pueblo, ellos van a ayudarte dándote la comida que necesitas y tú no tendrás que volver a hacer daño a las hermanas ovejas para alimentarte. ¿Estás de acuerdo?

El lobo dándose cuenta de lo que le decía, estiró la pata en señal de estar de acuerdo. Desde ese día dejó de atacar y fue alimentado por la gente del pueblo, que dejaron de tenerle miedo.

Francisco fue feliz admirando la naturaleza y disfrutando de la compañía de los animales a los que amaba. Nunca dejó de dar gracias a Dios por el hermoso regalo que habíamos recibido, nuestro planeta Tierra. 


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