Orar: Con el corazón


Hacemos un momento de silencio interior. Nos hacemos conscientes de nuestra respiración, de las 
personas que están a nuestro alrededor... Siente que no estás solo, sola. Están tus compañeros, y está Jesús aquí y ahora contigo… Tenemos un momento de silencio en el que ser conscientes de nuestro latido, ponemos nuestra mano en el corazón y, personalmente en silencio, cada uno saludamos a Jesús.

En mi corazón de niño y niña, guardo yo muchos deseos. El primero es que todos seamos cada vez más buenos. El segundo es que la gente viva siempre en alegría, y que estén todos contentos con lo que sucede día a día. 

Ayúdame, Padre bueno a crecer como Jesús. A ser más bueno/a cada día y a querer a todos los que me rodean. Ayúdame a estudiar mucho en la escuela y a ser buen amigo/a y compañero/a. Que todo lo que aprenda, Señor, aprenda a transmitirlo, que no me lo guarde para mí, sino que lo comparta con los demás.


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