Explicar: ¿Por qué me has abandonado?
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!Buenos días! Hoy os queremos explicar una historia a través de la cual aprenderemos porque no deben abandonarse los animales y entenderemos que ellos también tienen los mismos sentimientos que nosotros.
Max era un perrito de unos tres años que vivía felizmente con su familia. Era juguetón y muy cariñoso, le gustaban mucho las caricias. Cuando llegaba la hora de ir a pasear le encantaba jugar a pelota y cuando estaba cansado, se sentaba en su cama cerca de la chimenea.
Max era muy feliz, nada le hacía pensar que su felicidad podía cambiar de un día a otro. Por mala suerte se equivocaba. La familia se trasladaba de ciudad y pensaron que lo mejor era que no les acompañara, el piso nuevo era demasiado pequeño para un perro como Max. Lo dejaron en la calle con sus juguetes y su manta, pensando que pronto una nueva familia lo adoptaría. No tuvieron en cuenta cómo se sentiría.
El pobre Max estaba muy desorientado, no entendía nada. ¿Dónde estaba el calor de la chimenea? ¿Dónde se han escondido las caricias y abrazos en el sofá? Pasaban los días y no se movía del mismo lugar donde le habían dejado, tenía la esperanza de que volverían pronto y vendrían a buscarlo. A veces se preguntaba a sí mismo si había hecho algo mal para acabar en la calle. Estaba muy triste y tenía mucha hambre. Cuando la gente pasaba cerca le miraba, pero no se detenían. Algunos niños habían intentado acercarse a ellos, pero los padres rápidamente les apartaban pensando que podía ser peligroso. ¿Cómo querían que fuera peligroso un pobre perro que sólo buscaba caricias y amor? Max estaba cada vez más triste. Un día de tormenta, se escondió bajo un árbol para refugiarse de la lluvia. Estaba mojado y tenía frío De repente, un grupo de gatos salvajes le vieron como un intruso. Para demostrarle que aquél era su territorio le arrinconaron. Max tenía tanto miedo que sólo pensaba cómo huir, arrancó a correr bajo la lluvia buscando un nuevo sitio donde quedarse.
Corrió y corrió, pero no encontraba ningún sitio donde estar a gusto. Totalmente desanimado se sentó en un charco y se puso a llorar. Le daba igual la lluvia, no podía más, estaba destrozado. Hacía demasiado tiempo que aguantaba toda esa tristeza. Nadie merecía pasar por lo que estaba pasando Max. Lloraba tan fuerte que se oía de lejos. Algunos vecinos le pedían a Max que se callara, pero él seguía llorando. Le daba igual todo, se sentía triste, desanimado, sin ánimo de vivir.
De repente una niña se acercó a él y le ofreció su paraguas. Pronto se acercó su madre que le acarició. Max volvió a sentir el amor por un momento. La niña se quitó una galleta del bolsillo y se la dio mientras su madre no dejaba de hacerle caricias.
Aquella niña y su madre eran distintas. No tuvieron ninguna duda en llevarse a Max a casa. Lo secaron con una toalla caliente, le dieron una cama junto a la chimenea y un cuenco lleno de comida. Desde ese día, Max vivió feliz con su nueva familia, sabiendo que allí volvería a sentirse querido para siempre. Intentó olvidarse de todo aquello, pero nunca volvió a tener la seguridad de que ese sitio sería para siempre. Sentirse abandonado fue un golpe muy fuerte por él. Sin embargo, si quieres saber la verdad, esta vez sí que fue la definitiva.
Historia explicada, historia acabada. Pero no olvides que Max representa uno de los muchos perros que día a día se abandonan en la calle.
Me gustaría tener un perro, pero mi madre no me deja.
ResponderEliminarMi padre también quiere uno. Martina
De mayor cuando tenga una granja vamos a tener un pastor alemán . Amelia
Mi padrino tiene dos gatos. Un día se encontró a un perro lobo que le dolía la tripa y le adoptó. Julia
Mis papás no me dejan tener gato porque están trabajando y no tenemos tiempo para cuidarlos. Izan
Mi prima tiene un perro y un dí le quería morder otro perro. Alex
Quiero tener animales, y mis papás dicen que es mejor tener peces. Anne
Cuando me tocaba judo , mi papá emmcontró a mi perrita atada a una farola.
Hugo
En mi casa tengo una tortuga de tres años.Amalia