Respirar: Soy la montaña

 


¡Buenos días!

Hoy hemos hecho un ejercicio muy especial, donde cerramos los ojos y nos convertimos en una gran montaña. Este juego nos ayuda a ser más fuertes, a llenarnos de energía y a sentir lo valiosos que somos. Cuando respiramos profundamente, la vida entra en nosotros, llena cada rincón de nuestro cuerpo y nos hace sentir vivos, firmes y tranquilos. 

Cuando inspiras, sientes cómo la vida fluye dentro de ti, y cuando expiras, imaginas que compartes esa vida con los demás, como una montaña generosa que da cobijo a todos los que la habitan.

Este ejercicio nos enseña algo muy importante: aunque haya días difíciles o nos sintamos tristes, siempre podemos recordar que dentro de nosotros hay una gran montaña firme, que no se mueve con el viento ni con la lluvia. ¡Esa montaña eres tú!

Comentarios