Emocionarse: El cuento de la naranja
Buenos días,
En la historia de la naranja, las dos niñas querían lo mismo, pero por razones diferentes. Una quería comer la fruta y la otra necesitaba la cáscara para hacer un postre. Si hubieran hablado antes, habrían encontrado una mejor solución en la que cada una recibiera exactamente lo que necesitaba.
Esto nos enseña algo muy importante: escuchar y preguntar antes de decidir. A veces, si nos tomamos un momento para entender qué quiere la otra persona, podemos encontrar una solución que haga felices a todos.
La próxima vez que tengas un problema con alguien, en lugar de pelear, intenta preguntar: "¿Para qué lo necesitas?" o "¿Cómo podemos resolverlo juntos?". ¡Quizás descubras que hay una forma mejor de compartir!
Jesús, ayúdame a escuchar a los demás y a encontrar soluciones más justas que nos enseñen a vivir en armonía.
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