Contemplar: Una higuera sin higos


Buenos días,

Observa este dibujo. Forma parte de una interesante historia que nos contó Jesús sobre un árbol que no daba fruto. El dueño del jardín quería cortarlo porque ya llevaba tres años sin dar higos, pero el jardinero le pidió una oportunidad más para cuidarlo, abonarlo y ayudarlo a crecer.

 ¿Y eso qué tiene que ver contigo?

Imagina que tú eres esa higuera. A veces, no compartes tus cosas, o te olvidas de ayudar en casa, o te enojas fácilmente. Jesús nos enseña que, aunque nos equivoquemos, Dios no se rinde con nosotros. Confía en que podemos mejorar, sobre todo si seguimos los consejos de Jesús, nuestro jardinero particular. 

¿Qué puedes hacer tú?

Cada día puedes intentar ser mejor que ayer. No tienes que ser perfecto/a, pero sí puedes pedir perdón cuando te equivocas, escuchar a tus papás o profesores con atención, hacer cosas buenas aunque a veces no tengas ganas...

Jesús te cuida como un buen jardinero. Él cree en ti y quiere ayudarte a crecer en amor, paciencia, respeto y alegría.

Comentarios