Inspirarse: El gran superpoder del Espíritu Santo



Buenos días, 

¿Alguna vez has soñado con tener superpoderes? ¿Como volar con el viento como Superman o controlar el fuego como algunos héroes en tus películas favoritas?

En la historia de Pentecostés, fiesta cristiana que hemos celebrado este domingo, pasó algo increíble que parece salido de una película de superhéroes. Los amigos de Jesús estaban reunidos, orando, cuando de repente… ¡vino un viento fuerte del cielo! Y después, ¡unas lenguas de fuego aparecieron sobre sus cabezas! 

Pero no les hizo daño. Ese viento y ese fuego eran señales de que el Espíritu Santo había llegado. No era un superpoder para pelear o volar, sino un poder especial que venía de Dios: el poder de amar, ayudar, perdonar y hablar con valentía de Jesús.

El fuego del Espíritu Santo les dio valor. Ya no tenían miedo de contarle a otros quién era Jesús. Y el viento les recordó que el Espíritu se mueve rápido y llega a todas partes, igual que el amor de Dios.

Así como los superhéroes usan sus poderes para hacer el bien, tú también puedes usar los dones que Dios te da. Quizás no controles el viento o el fuego, pero Tú también puedes ser un héroe o una heroína del Espíritu. Solo necesitas dejar que Dios encienda en ti esa llama de amor. 

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