TRANSFORMAR: Personas sin un hogar
¡Buenos días!
- Te hago una pregunta sincera: ¿qué piensas cuando ves a una persona viviendo en la calle? ¿Crees que lo que piensas es del todo justo?
A veces pasamos junto a personas que no tienen casa y hacemos ver que no las hemos visto, no porque seamos malos, sino porque desconfiamos o tenemos un poco de miedo a estas personas, y no sabemos muy bien qué hacer. Pero la pobreza no desaparece si miramos hacia otro lado. De hecho, una de las cosas que más duelen es sentirse invisible.
¿Recuerdas el consejo del chico joven? “Cuando vea a alguien en la calle, dígale: ¡ey, que tengas un buen día!”. Es un gesto muy pequeño, pero puede hacer que esa persona sienta que alguien la ve y le importa. Jesús hacía esto mismo: se paraba, saludaba, escuchaba y trataba a todo el mundo con mucha ternura. No siempre podía cambiar su situación, pero siempre los hacía sentir queridos.
Jesús, quiero que mi mirada no haga invisibles a las personas pobres. Ayúdame a mirar como tú las miras. Amén.
Que tengas un buen día.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.