EXPLICAR: El Diamante del Sol
Buenos días,
Había una vez un niño de ocho años que se llamaba Nico. Cada día iba a visitar a su abuela, la Maestra Elia, para ver cómo tallaba diamantes. Un día, su abuela recibió un encargo muy especial y único: tallar el Diamante del Sol.
La Maestra Elia sabía que aquel encargo era muy difícil, pues muchos lo habían intentado antes. Aun así, aceptó el reto y se puso manos a la obra. Al día siguiente, Nico entró en el taller de su abuela y la vio ponerse unos guantes de tela blanca. Lleno de curiosidad, preguntó:
—Abuela, ¿por qué te pones esos guantes tan raros?
La Maestra Elia sonrió y respondió:
—Te voy a contar un secreto. El Diamante del Sol es muy especial porque debe ser inmaculado. Eso significa que no puedo tocarlo con mis manos, aunque estén limpias, porque siempre dejan una mancha de grasa invisible. Y si aparece una manchita, aunque sea muy, muy pequeña, dejaría de ser un diamante inmaculado.
Nico se quedó pensando un momento y exclamó:
—¡Ya entiendo! Algo inmaculado es como súper limpio, ¿verdad?
—¡Exacto! —dijo su abuela—. Inmaculado significa totalmente limpio y también sin ningún defecto. Como un juguete recién salido de la tienda: cuando lo abres, está perfecto.
Después de muchos días de trabajo, la Maestra Elia fue a buscar a Nico y lo llevó al taller.
—Tengo una sorpresa para ti —le dijo—. Siéntate y observa.
La Maestra Elia le enseñó el diamante terminado. Brillaba muchísimo.
—¡Guau! —exclamó Nico—. No tiene ni una rayita ni una imperfección. Se ve tan limpio… ¡Es perfecto!
—Así es, Nico —dijo la abuela—. El Diamante del Sol es inmaculado porque lo hemos cuidado mucho para que nada lo estropeara o lo ensuciara. Es pura luz.
Y así fue como se creó el primer y único Diamante del Sol en todo el mundo. Nadie más ha podido hacer otro igual.
Ayer celebramos la fiesta de la Inmaculada Concepción, un día en el que recordamos que María era inmaculada, o sea que era igual que el Diamante del Sol del cuento: era perfecta, limpia por dentro y por fuera, o sea que su vida brillaba porque estaba llena de amor y bondad. Celebrar este día nos ayuda a pensar en todas esas cosas que podemos mejorar, pequeños errores que podemos cambiar para que nuestro corazón brille un poco más.

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